23 de
septiembre, Ultra Pirineu 2017
Por fin
llego la tercera gran prueba que me había marcado en el calendario, en este
caso, nos desplazábamos hasta la localidad de Bagá en Barcelona, a pies de los
Pirineos en pleno Parque Natural del Cadí Moixeró, paraíso natural altamente
recomendable para todos aquellos que nos gusta la naturaleza y la montaña.
La prueba empezaba a las 7 de la mañana desde la Plaza Portxada de Bagà, daríamos unas vueltas por sus calles con bastante encanto ya que es la típica construcción de postal que solemos ver en esas fotos idílicas de los pueblos de montaña, para encarar directamente la primera subida cosa que sería muy habitual en la prueba ya que prácticamente ha sido todo subir o bajar, es lo que tiene los Pirineos.
La prueba empezaba a las 7 de la mañana desde la Plaza Portxada de Bagà, daríamos unas vueltas por sus calles con bastante encanto ya que es la típica construcción de postal que solemos ver en esas fotos idílicas de los pueblos de montaña, para encarar directamente la primera subida cosa que sería muy habitual en la prueba ya que prácticamente ha sido todo subir o bajar, es lo que tiene los Pirineos.
Ya prácticamente desde la salida empezábamos a picar cuesta arriba hasta encarar los caminos que nos llevarían dirección a Rebost primer punto de avituallamiento y primera gran subida senderos estrechos, piedra mojada, iría poniendo al pelotón en su sitio se hizo algo pesada pero sabiendo que era un tramo de calentamiento ya que nada más avituallar quedaba el segundo tramo de la subida hasta Niu, a unos 2500m de altura, este primer tramo ya te mostraba los paisajes que nos íbamos a encontrar durante toda la prueba y que en ocasiones debido a los ritmos y a que todavía íbamos todos muy juntos te parabas para poder contemplarlos ya que me sentía privilegiado de poder disfrutarlos.
Esta segunda subida aunque no era muy técnica si era muy pesada ya que íbamos en una ascensión de casi km vertical ya que en casi 6 km ascenderíamos casi 1000 metros, empezaríamos a notar el fresquito, aquí acusamos un poco la subida llegados a coronar con sensaciones de mareo y bastante frio en la cumbre, la mayoría de corredores optamos por sacar los cortavientos y los guantes ya que avituallar a esa altura con el vientecito, hacia que te enfriaras bastante rápido y arrancar otra vez te lo ponía difícil.
Ya a partir de aquí empezábamos una bajada bastante técnica (con alguna que otra subidita para no variar) de rocas sueltas, piedras mojadas muy resbaladizas, senderos muy estrechos lo cual ocasiono diversas caídas en el grupo y alguna que otra retención en algunos puntos en los que prácticamente bajábamos derrapando y agarrándote a lo primero que podías para no pegártela.
Hasta aquí fuimos bastante bien de piernas y de cabeza, llegando a los siguientes avituallamientos frescos y con ganas de más, fue a partir de primer punto de vida en la subida entre Bellver y Cortals donde empezaría el calvario, tuvimos varios incidentes en los cuales me volví a torcer el tobillo que ya llevaba tocado y el cual me ocasiono inseguridad para todo el resto de carrera, intentaba ir corrigiendo la pisada y me provoco que se me sobrecargara la otra pierna y ya fue la tónica del resto de carrera.
Llegamos bastante tocados de moral a Aguiló, a unos 2000 m de altura y nos quedaba todavía una subida bastante pedregosa, a la salida de este avituallamiento ya nos recomendaban salir con cortavientos y térmicas ya que en el pico nos pillaría la noche y según nos decían hacia bastante frio, y no se equivocaban, este punto de avituallamiento fue bastante critico ya que hubo bastantes corredores retirados, incluso se me paso por la cabeza, pero decidí tirar hasta Gósol el cual era el siguiente punto de vida y donde tenía mi mochila con ropa para cambiar y donde poder comer algo de pasta y descansar algo.
Fueron 12+1 km en los cuales se me hicieron eternos con la noche ya caída, puntos de niebla donde no se veía nada ni con el frontal, solo, sin nadie cerca con el que se te hiciera algo más ameno el camino, en el cual la mente ya iba derrumbada a parte del físico, decidí mandar un mensaje a la gente que me estaba siguiendo más directamente justamente en la entrada del pueblo de Gósol mientras iba para el punto de vida, auto engañándome comentándoles que iba fundido pero que no me retiraba que seguía adelante, que ya solo me quedaban poco más de 40 km y que había que terminarla.
La respuesta fue prácticamente inmediata por parte de ellos y si no hubieran sido por esos mensajes posiblemente me hubiera quedado en el km 74.
Ya después de Gósol salimos un poco mejor de cabeza, pero muy tocados de piernas, quedaban 4 avituallamientos por delante más la meta, los cuales fueron bastante duros en las condiciones que iba pero que intentamos ir superando poco a poco sabiendo que nos quedaba tres subidas exigentes que, aunque no eran de las más largas sí que en las condiciones que íbamos y las horas ya que llevábamos encima iba a ser que se alargaran más de lo normal.
Por fin llegábamos a Sant Jordi, ultimo avituallamiento antes de la meta, nos quedaba una bajada de unos 4 km, seguidos de una subida de un km que se hizo eterna, aquí ya empezó a amanecer, pero ni eso pudo hacer que subiera más rápido. Una vez llegado a la cima ya solo quedaba poco más de unos 7 km de camino forestal amplio y fácil de correr cosa que no podía, lo intenté en varias ocasiones, pero ya las horas que eran y lo que quedaba por llegar decidí no jugármela más y tira de bastones, cosa que no había soltado en toda la prueba prácticamente, las emociones de saber que ya estaba prácticamente todo liquidado y que la meta estaba próxima empezaron a fluir y ya solo pensábamos en eso, en llegar.
La entrada fue espectacular incluso las horas que eran había cantidad de público que te animaban por las calles, y te daban ánimos para el ultimo tirón, cosa muy de agradecer y por fin 26 horas y 14 minutos después entrabamos en la meta, ya teníamos el reto cumplido.
Sobre la prueba en general no tengo palabras super bien organizada, la primera que veo que realmente te hacen los controles y te descalifican si no llevas lo que tienes que llevar, habrá comentarios seguro de todo los colores respecto a esto, pero yo personalmente estuve presente en dos ocasiones en estas descalificaciones y es que en la montaña no te la puedes jugar, tienes que llevar un mínimo y con garantías, si no te pones en peligro a ti mismo y al que tiene que ir por ti, así que, buen trabajo por esa parte. Eso si dura, muy dura de 1000 participantes solo llegamos a meta 603 corredores, el resto prácticamente abandonos, algunos descalificados y los que no consiguieron llegar en tiempo.
Después durante todo el día, gente animándote en prácticamente toda la carrera, sí que he visto algún comentario respecto a algún corredor elite, y como decirlo, capullos los hay en cualquier parte, con lo cual personalmente me trataron estupendamente, así que chapo.
De los voluntarios más de lo mismo, siempre con una sonrisa y con bromas sobre todo si te veían hundido, daba gusto llegar a los avituallamientos sobre todo a los más remotos que era a los que más fundido llegabas y donde más se agradecía esta actitud.
Con lo cual la organización muy buena, no iba a esperar nada menos de una carrera de esta categoría, por poner alguna pega, la bolsa del corredor algunos detallitos y más la prenda de rigor, aunque debido a la categoría de la prueba algo pobre, pero bueno se corre por llega a la meta y no por una camiseta de regalo.
Y ya por último agradecer a todos los amigos y compañeros que me inundaron el Whatsapp con ánimos y felicitaciones, pero ante todo no puedo terminar esta crónica que se me ha extendido un poco sin mencionar ya que gracias a ellos aunque estaban en la distancia me acompañaron en toda la prueba desde la salida hasta la meta en esas 26 horas y 14 minutos con sus 110km y más de 13600m acumulados a Paco del Moral, a nuestro chiquitín de jerez David y a Jose M Lorenzo, gracias a ellos en los momentos más difíciles conseguí tira para delante.
Ahora después de una semana desde la prueba seguimos recuperando para dentro de una semanita escasa el próximo día 7 de octubre desplazarnos hasta Tomares para hacer con un estupendo equipo la Ultramaratón de la Pretoriana, prueba de 70 km en los que espero no ser mucho lastre y poder ayudar a todos los compañeros que nos desplazamos a cruzar su meta, como ya hiciéramos el año pasado.
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