lunes, 9 de febrero de 2015



-. A SEIS PATAS.
            Después de tres años corriendo junto a mí, acompañándome durante todos los días que me era imposible entrenar con el club, llegó la oportunidad de formar binomio contigo.
            El anuncio de la novedosa prueba que incluiría este año el Lentisco Trail nos hizo tomarnos más en serio esas sesiones de acompañamiento, que ahora se convertirían en sesiones de entrenamiento.

            Y llegó el día.
            Nos trasladamos al Pinar de la Algaida, en la vecina localidad de Sanlúcar de Barrameda, junto a nuestros amigos y compañeros Rafa y Gnomo.
            Tras los pertinentes controles, nos conducen al punto de salida de la prueba.
            Tras la salida, me doy cuenta que me he colocado en el peor sitio posible, ya que se forma un embudo de corredores de seis patas que nos relegan casi a los puestos de cola, huyendo del riesgo de caídas que podrían provocar el entramado de líneas de tiro en el que nos vemos inmersos.
            Tras los primeros 500 mts., siento como justo tras de mi se produce una caída, el terreno es arenoso y muy irregular y no da nada de confianza.
            Tras pasar el primer kilómetro y medio aproximadamente, entramos ya en un camino muchísimo más favorable para poder ir cogiendo nuestro ritmo, lo que mi compañera trunca a los pocos metros por necesidades biológicas.
            Subsanado esta necesidad, retomamos nuestra escalada de puestos. Empezamos a divisar a nuestros compañeros Rafa y Gnomo, a los cuales perdimos en salida.

            Siguen cayendo los metros bajo nuestras “patas”, siguen cayendo rivales y sobre el kilometro tres y pico alcanzamos a nuestros compañeros de club, los que al parecer, les ha pasado factura el ritmo de salida impuesto por Gnomo y que ahora a bajado considerablemente la cadencia.
            Afrontamos el último kilometro y medio con varios corredores del Cross tras de nosotros y con el punto de mira fijado en tres corredores de seis patas que llevamos delante. Intento dar una pequeña vuelta de tuerca a lo que mi compañera responde sin divagar, dando alcance al primero de nuestros objetivos de forma cómoda.
            A poco menos de un kilometro damos alcance al siguiente, pero este si presenta batalla resistiéndose a ser rebasado. Toca apretar los dientes y como no, Nana no defrauda, dejándolo tras nosotros a escasos 400 metros de meta.
            En definitiva, sabor agridulce de nuestro primer Canicross.
            Dulce por el excelente trabajo que realizó Nana durante toda la prueba, sin desfallecer ni un solo momento y respondiendo sin dudar a la voz de su guía.
            Agrio por mi torpeza al colocarnos en la salida, lo que hizo que saliéramos en los puestos de cola.
            Pero eso si, hemos disfrutado los dos de la prueba como nunca. Nuestras más sinceras felicitaciones a nuestros amigos del AD Guadalquivir.
            Aun sin clasificación oficial. Tiempo Garmin personal 21 min 30 seg.

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