75
km pasados, tramo a tramo.
Antes
de empezar a describir todas las sensaciones que el camino me ha transmitido, he
de pararme, en una primera y la más importante.
El
Agradecimiento.
Agradecimientos,
al Club de Atletismo "Los Lentos de
Torreblanca" que en colaboración con los Ayuntamientos de Castilblanco de
los Arroyos, Almadén de la Plata y todos los voluntarios han
permitido hacer realidad un evento deportivo como es la II Ultra Trail Sierra
Norte de Sevilla, permitiéndonos a todos los inscritos disfrutar de una ruta
preciosa, donde se nos retaba con un atractivo juego de terrenos de diferente dificultad.
Un Agradecimiento
incondicional a Juan de Dios Mateos Garcés, mi compañero y guía en el camino, por
su apoyo antes y durante toda la Trail; sacrificando los primeros puestos, que
seguro llevarían su nombre, por acompañarme. Estos 75 km me han dado la
oportunidad de una vez más, confirmar, la grandeza y humildad que guarda en su
corazón, ayudando a medida que adelantábamos a todo aquel héroe que en el
avanzar de su camino se había lesionado o necesitaba de algún alimento. No dejó
de ayudar ni un solo segundo a todo aquel que lo necesitaba, pendiente a todos
y cada uno. Ante él me rindo, por la
lección de Humanidad y Deportividad mostrado. Su corazón es el de un Triunfador.
Agradecer
a mi compañera y amiga, María de los Ángeles Ladrón de Guevara por estar
pendiente todo el tiempo de mí y ser mi ejemplo a seguir, por su fortaleza
innata, capacidad de sufrimiento y superación. De ella he aprendido mucho. Toda
una atleta en cuerpo y alma.
Y
Agradecer a toda mi familia por su apoyo diario en los entrenos.
24
horas después de haber terminado mi primera ultra trail, empezada sin más
pretensiones que el de disfrutar, aprender del camino, aprender de Juan de Dios,
aprender de cada uno de los
participantes, aprender de mi misma y sobre todo alcanzar sencillamente la
meta, puedo solo decir que, he vivido
intensamente cada tramo, de cada zancada dada, una tras una; sin importarme el
barro ni el agua. Sentirme parte de un equipo de dos al ritmo de un solo sentir. Mis piernas conectaban con la naturaleza, con
aquellos que junto a mí avanzaban y conmigo misma. Era mi corazón y mi mente la que al ritmo de
mis sensaciones en cada paso me guiaban y me impulsaban a seguir y seguir
mientras el sol nos inundaba.
Gracias
Juan de Dios por creer en mí y mostrarme que los limites no existen si tu mente
no los alimenta.
Has
conseguido y he conseguido ser la segunda clasificada general femenina, 75 km, y aún desconozco el tiempo tardado, imagino
que por la caída del sol, serían las seis de la tarde,
pero tampoco me importa, porque al final el tesoro que buscaba lo he
encontrado.
La
felicidad del compartir y de la superación.
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