lunes, 15 de julio de 2013

Aprende de cada carrera y disfruta de ellas.

NO HAY CARRERA MALA

No hay corredor, ciclista o triatleta  del nivel que sea  que pueda decir que todas sus participaciones en pruebas le resultaron tal como  había planeado. Tarde o temprano se experimenta una “mala carrera”, una pájara, un pinchazo, un hundimiento;  en definitiva un resultado totalmente diferente al que cabría esperar  según el  entrenamiento realizado. 

Dicen los expertos que una experiencia  que se podría denominar “negativa” en una prueba de resistencia debemos aprovecharla como referencia para sacarle lo positivo: saber terminar aún con malas sensaciones,  analizar los posibles motivos (mala alimentación, poco descanso, error en el ritmo de la competición, sobreentrenamiento, exceso de competiciones…)  para tomar medidas,  o simplemente no subir tanl alto el nivel de nuestras expectativas.    Los entrenadores profesionales aplican algo muy práctico: cambiar en la próxima prueba lo que no ha resultado efectivo; lo que podemos aplicar a los populares ganando así con el paso del tiempo una experiencia comprobada.  Lo que nos hace recordar la frase “de las victorias se disfruta mientras de los fracasos se aprende”, o al menos deberíamos aprender los deportistas no profesionales.

No hace mucho leí una anécdota de un corredor, Luis, de 63 años experto atleta popular con buenas marcas en su historial y que en la actualidad cercano a su jubilación continuaba disfrutando de las carreras populares sobre todo del Medio Maratón  que a su edad continuaba corriendo en tiempos de entre 1h.32´ y 1h 40´  según el tiempo que hubiese podido  dedicar al entrenamiento.  La anécdota que contaba Luis en una conocida revista deportiva venía en relación con su nieto Alberto de 17 años con el que hablaba asiduamente de deporte y compartían ratos de TV viendo finales de diferentes deportes.

 Alberto, joven noble, inteligente y deportista ( practica baloncesto) bromea a menudo con su abuelo sobre su dedicación a las carreras y dice que le va a sacar un mundo el día que corran juntos una prueba.  Ese día llegó y precisamente en un ½ medio maratón (ya el abuelo le advierte que es una prueba muy larga y que debería comenzar por otra de menos kilometraje advirtiéndole del entrenamiento mínimo semanal con largas distancias que se debe hacer para disfrutar el día de la carrera. Pero Alberto se siente fuerte, seguro, en realidad tiene buenas condiciones físicas y también sigue la mayoría de los consejos de su abuelo para el  entrenamiento del medio maratón que por primera vez le hará correr junto a su abuelo.

Llegado el día de la prueba Luis no ha hecho uno de sus mejores entrenamientos en los dos últimos meses el trabajo en la empresa le ha tenido muy ocupado reduciendo los entrenamientos algunas semanas pero cree que puede andar entre 1h35´y 1h38´ , intenta disfrutar del hecho de que su nieto corra una media maratón donde él también corre, pero las bromas de su nieto y toda la familia sobre quien llegará primero no se le aleja del todo aunque lo intenta; no quiere cebarse en llegar antes porque en realidad le da igual, adora a su nieto, pero sus bromas como “ te ganaré sin entrenar abuelo” y cosas así (sabe que son bromas) le hacen pensar en correr bien.
En la salida todos son bromas y alegrías Alberto finalmente ha enganchado a Carlos compañero de estudios y deportes, los primeros kms  los jóvenes salen a algo más de 4´el km para fijar una media entre 4´18” y 4´20”  Luis los va viendo pero sabe que no es su ritmo y traga kms a ritmo algo más lento encontrándose bien  pero a partir del km 5 ya no ve a su nieto  ni al compañero, en el km 10 no reconoce buenas sensaciones, el pensamiento le dice hoy no es un buen día su ritmo ha bajado ostensiblemente y cree que va sobre 5´el km.  Piensa que el día que corre con su nieto va ha hacer su peor medio maratón, no respira bien cuando pasa por el km 15 pero las piernas parecen algo más cómodas, del 16 al 17 parece una ligera mejoría  en el dieciocho  un corredor le saluda ¡ es Carlos el amigo de Alberto!  Ni lo había visto “Alberto va muy rápido yo voy muerto a ver si llego”  Luis le dice “ánimo hombre que ya nos queda poco” y lo va dejando atrás ,  Luis sigue ahora con malas sensaciones pero  sabe que sólo quedan 3 kms así que adelante con sus 63 años,   su sorpresa llega en  el  km 19´5 donde reconoce a su nieto Alberto con su llamativa camiseta amarilla se le renuevan las fuerzas para ponerse a su lado y preguntarle ¿Cómo vas?  Alberto le responde “voy muerto, esto no termina nunca”, a lo que Luis le contesta con ánimos  pues la meta está a poco más de un km, ambos ruedan ahora juntos pero en 200 mts Alberto dice “abuelo vete tú y ahora nos vemos en la meta ya vas muy rápido para mí”  Luis vuelve a animarlo pero el nieto insiste y poco a poco se queda detrás.  Luis entra en meta con un tiempo que en otras circunstancias sería pésimo pero al sufrir tanto en el ecuador de la prueba sabe que ha de valorar esa recuperación al final de la prueba, varios minutos después entra su nieto que se abraza a su cuello. 

Lo que a mitad de prueba le parecía una mala carrera ahora no le veía así, en los días siguientes Luis pensó porque no le quedó el sabor de una mala prueba: ¿por vencer a su nieto? No quería que esto fuese la causa, ¿por la recuperación?, ¿por recibir la admiración de su nieto al reconocerle que era preciso más entrenamiento de fondo? ¿por las bromas ahora en sentido contrario de la familia?. Finalmente Luis llegó a la conclusión de que simplemente fue una carrera más ni mala ni buena, que hubiese sido igual llegando antes o después que su nieto, o haciendo 8 minutos más que o de menos.   Pero de algo estaba seguro había errado en su ritmo de salida algo más rápido de lo que los entrenos le dictaban, lo que le hizo sacar dos conclusiones: cuidar al máximo el ritmo de salida y 2º no dejarse influenciar ni un ápice por detalles exteriores como la familia o la presencia de alguien en una prueba, para siempre hacer su ritmo o ritmo más lento si toca acompañar a algún amigo corredor. 

Después de muchos años de experiencia como corredor Luís seguía tomando notas en sus pruebas y lo que podría haberse tomado como una carrera “mala”  se cataloga como una experiencia más de la que aprender.

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