miércoles, 9 de marzo de 2016

ULTRATRAIL SIERRA DEL BANDOLERO 2016

CRISTOBAL BARBA Y ANTONIO RAMIREZ LOGRARON LA HAZAÑA DE ACABAR BANDOLEROS
EL RESTO DEL EQUIPO TUVO QUE ABANDONAR POR LESIONES O HIPOTERMIAS ESTA DURISIMA PRUEBA.

LA MONTAÑA NO PERDONA ERRORES. (Crónica Paco Guisado) 

Siguiendo con las crónicas de los que fuimos a desafiar la ultratrail de los bandoleros reseño la mía. 
Tras cinco meses de duro entreno acabada mi participación en la prueba la conclusión a la que he llegado es que estaba preparado para afrontar el reto de esta durísima ultratrail pero para lo que no estaba preparado ni física ni mentalmente era para enfrentarme a unas condiciones climatológicas tan adversas de lluvia, frío, viento y niebla y menos aún si cometí el grave error de creer las previsiones de tiempo y no llevar la ropa y el material adecuado para ese momento. La montaña no perdona errores y el mío fue de principiante impropio de de un corredor veterano y de mi experiencia y lo pagué carísimo en forma de hipotermia que me mandó a casa después de haber superado el tramo más adverso para mi y cuando teóricamente venía la parte que me favorecía. Lección aprendida. 
Vamos a lo realizado. Los doce primeros km los hicimos con una facilidad pasmosa porque picaba bastante hacia abajo y nos zampamos esta distancia en un tiempo magnífico. Los hice acompañado de Paco del Moral y Antonio Ramírez y en todo momento haciendo yo de freno porque íbamos en un tiempo increíble y no convenía pasarnos. Llegamos a la localidad de El Bosque donde estaba el primer avituallamiento y tras tomar un vaso de agua y un poco de chocolate seguimos en dirección al primer obstáculo el cortafuegos de entrada a la sierra. Mi sorpresa cuando en ese punto nos pasa el gran Juande Dios Mateos, ganador de una de las ediciones y gran especialista de estas pruebas. Al pasarnos le grito que qué hace allí todavía y me dice: “Paco esto es muy largo”. ¡Qué razón tenía!  
En este punto Paco del Moral empieza a poner tierra de por medio y me quedo con Antonio. Sé que hemos entrado en el terreno más desfavorable para mí y decido dosificar que ya llegará el mío y podré ir al ritmo previsto. El tiempo que llevo es mucho mejor de lo esperado así que calma que esto es muy largo como dijo Juande. Los dos primeros tracks se suponía que no eran demasiado duros pero yo ya iba pensando: joder si lo duro es el siguiente, ¡cómo será si ya estos se los traen! 
De momento la temperatura y el esfuerzo de ascensión hacía que la sensación corporal fuera bastante cómoda. Hacia las ocho hacemos una pequeña parada para ponernos el frontal porque ya se ve poco. Cada vez el recorrido se va complicando más y mi ritmo es más lento por lo que pierdo de vista a Antonio y sigo a mi ritmo uniéndome a los grupos que me voy encontrando. Así transcurren dos tramos el de Llanos del Campo y la llegada al Boyar donde he cogido un poco de frío y decido ponerme toda la ropa que llevo encima. Ha comenzado a llover y una densa niebla comienza a fastidiar bastante la visión de las balizas. En el avituallamiento del Boyar me encuentro con Cristóbal que me dice que va chungo y que cree que no acaba. Le comento que vayamos juntos y que se anime que ya veremos. Cada vez llueve más y se ve menos por la niebla. En algunos momentos perdemos las balizas y tenemos que pararnos a buscarlas entre todos los del grupo que se ha formado. 
Poco a poco yo voy más lento y Cristóbal sigue con parte del grupo. Ya voy embarrado, mojado y helado y encima cada vez veo menos. En los durísimos 13,5 km hasta Villaluenga del Rosario atravesando desfiladeros imposibles, zonas de barro y agua, senderos de piedras que se clavan, numerosas caídas porque con la niebla no se ve más allá de dos o tres metros ocurren cosas que te hacen querer este deporte. Cuando peor lo pasaba  encontré la ayuda que solo. Como he dicho, deportes como estos te pueden ofrecer. Un compañero de Madrid, Javi Herranz, al que no conocía de nada se convirtió en mi guía, en mi lazarillo, en mi protector. No tenía ningún compromiso conmigo pero me dijo no te preocupes aquí estoy yo para guiarte. Sin su ayuda no abría logrado atravesar ese camino tremendamente peligroso donde muchos acabaron con esguinces o roturas de tobillos. Solidaridad y ayuda en estado máximo. Sin tener compromiso de ningún tipo conmigo se portó como solo un gran deportista lo hace. Cuando me retiré en Villaluenga una de las cosas que más sentí es no haber podido seguir con él y echarle yo una mano cuando llegara mi terreno. Luego he comprobado que tuvo también que retirarse cuando llevaba mas de 100 km. 
Una anécdota para saber que clase de persona te encuentras. Cuando más fuerte era la lluvia y los tres o cuatro que íbamos en el grupo peor lo estábamos pasando y de caída en caída de pronto se para y dice: “una salamandra preciosa de las que quedan pocas, esperar”. Y comienza con sus dos bastones a cogerla con un mimo exquisito para ponerla a seguro para que nadie la vaya a pisar mientras a nuestro alrededor estamos sufriendo una noche infernal el tuvo el detalle de cuidar de una criatura de la naturaleza que podría sufrir el paso de la horda de invasores que éramos nosotros.  
En cuanto a la organización un 10 en todos los aspectos. Amabilidad a raudales, atención exquisita y todo bien preparado para que el atleta se sintiera importante. 
En definitiva, retirado por hipotermia por no haber sido previsor y pensar que en la montaña el clima cambia sin avisar y hay que estar preparado para hacerle frente. Felicitar a los compañeros que superaron estos obstáculos y acabaron (Cristóbal y Antonio), animar a los que por circunstancias nos retiramos y aprender la lección.


QUIEN RESISTE VENCE ( PACO DEL MORAL)

Mi crónica comienza el día 8 de marzo, a las 5 de la mañana, pero del año 2.015. Había terminado la Ultra trail Sierra del Bandolero 2.015, estaba reventado, pero ya pensaba en la edición 2.016. En la Edición del año 2.015 nos habíamos embarcado tres componentes del Club Atletismo Correplayas de Chipiona (Antonio Ramirez, Javi Iglesias y yo, Paco del Moral) junto con un amigo que habíamos conocido precisamente entrenando para esa edición al que cariñosamente bautizamos como el Chiquitin. Para esta edición 2.016 repetíamos los mismos pero habíamos embaucado a otros cuatro Correplayas (Paco Guisado, Cristobal Barba, Jose Mari y Javi Rivera), han sido muchas horas de entrenos, alejados de la familia, ya que ellos han pagado una cara factura privándose de nosotros y aguantando cuando volvíamos cansados.

El día 04 de marzo de este año a las 18.00 horas, en la plaza del centro de Prado del Rey, todos los nervios que llevábamos acumulados desaparecen, comienza la Ultra Trail Sierra del Bandolero 2.016.

Al comenzar la prueba nos dividimos en dos grupos nada mas salir, uno compuesto por Paco Guisado, Antonio Ramirez, Cristobal y yo) que vamos a un ritmo un poco mayor y el otro compuesto por Javi Iglesias, Jose Mari, Javi Rivera y el Chiquitin, que comienzan la carrera un poco más conservadores.


La primera parte del recorrido de unos 12 km, es muy rápida, ya que mayormente es cuesta abajo y por terrenos medianamente decentes para correr, por lo cual vamos a un alto ritmo (sobre 5-5,15 minutos km) al llegar al Bosque comienza una gran pendiente y nos vamos desperdigando, quedando yo por delante, el terreno comienza a complicarse y para mas emoción hay niebla. Al llegar al Puerto del Boyar cojo comida y me cambio de ropa, sin perder mucho tiempo para no enfriarme, siguiendo hacia el Puerto de las Presillas, pasado el mismo hay ya niebla cerrada, es casi imposible seguir las balizas, me encuentro solo en la montaña y me uno a otro corredor y entre los dos vamos buscando las balizas para orientarnos, subimos hacia el Simancon y en la bajada a Villaluenga la niebla comienza a convertirse en finas gotas de agua, lo que hace la bajada aun más peligrosa.

Al llegar a Villaluenga, vuelvo a comer algo y al salir me percato de que ya no son finas gotas sino que llueve a mares, por lo que tengo que ponerme un chubasquero y comienzo a correr hacia el siguiente punto de control que es el Refugio, para ello hago la subida al Puerto del Correo y corro por unas llanuras que hay en medio de las montañas, todo esto casi diluviando y cruzando arroyuelos llenos de agua helada.

Con los pies mojados noto que me está saliendo una ampolla en el pie derecho, pero no puedo parar mucho en el Refugio, así que sigo en dirección a Montejaque, ese tramo lo hago corriendo vastantes tramos y llegando a Montejaque deja de llover, por lo que vuelvo a comer, me cambio de ropa y me pincho la ampolla que me había salido. Sigo dirección a Ronda, pero el apoyo del pie derecho, con la ampolla no es el adecuado, ya que duele bastante, asi que disminuyo el ritmo, ya que quedan muchos kilómetros y si llego bien al final de carrera ya habrá tiempo de forzar. Pasado Ronda y al llegar a Benaojan, son las 7,45 horas y comienza a amanecer, sigo mi aventura, ya dirección a Jimena de Libar y después Cortes de la Frontera, donde como bastante, pues me espera una fuerte subida nada más salir.

Hago la subida de Cortes de la Fra., donde luego de crestear por la montaña, unos parajes preciosos, bajando y al poco subiendo el Puerto del Correo, cojo dirección nuevamente hacia Villaluenga. Al llegar a Villaluega me cambio de ropa y de repente noto un fuerte dolor en el gemelo izquierdo, ALGO VA MAL, pero no puedo ni quiero parar, por lo que sigo dirección Grazalema. Al llegar a Grazalema, el gemelo ha dicho vasta y con toda la impotencia del mundo me veo obligado a abandonar con 127,993 km recorridos y faltándome 27 km para la meta.

Estando esperando que me llevasen en un vehículo hacia Prado del Rey, me entero que todos mis compañeros de aventura habían abandonado por diferentes causas (la primera noche había sido brutal) salvo Cristobal y Antonio Ramirez, a quienes veo pasar por Grazalema, dándome ánimos ellos a mí ya que yo estaba derrotado y había entrado en hipotermia.

Una vez en la casa donde nos hospedamos, estando descansando, llegaron los dos compañeros que pudieron/supieron sobrevivir a las adversidades y que fueron capaces de terminar esta edición de los Bandoleros.

Ahora estoy lesionado, pero desde este sillón no dejo de pensar que esta crónica no ha terminado, ya que seguirá en la edición Ultra Trail Sierra del Bandolero 2.017, así que felicitar a los que la terminaron, os mando fuerza a los que no pudimos terminarla y animar a todos los demás a que este año 2.017 seamos aún más los participantes en esta Ultra Trail.

ALBONDIGUILLA´S TEAM UTSB 2016 (JOSE MARI LORENZO)
Después de meses de entreno, carreras populares, algún ultra maratón, lesiones, reiteradas visitas al fisio y alguna intervención quirúrgica, llego el día D para los ALBONDIGUILLA´S TEAM.
La razón de nuestros entrenos desde el pasado mes de septiembre de 2015, no era otra que el enfrentarnos en las mejores condiciones posibles a la madre de todos los Ultra Trails de Andalucía, el Ultra Trail Sierra del Bandolero.
Y sin más dilaciones vamos a lo que vamos.
Tras recoger por la mañana todos los pertrechos propios (dorsal, bolsa del corredor) y dejar las mochilas para los avituallamientos correspondientes, es obvio que estamos en la carrera mejor organizada que conozco.
17:30 estamos ya en el cajón de salida junto al resto del grupo de Correplayas que nos enfrentamos a este reto, observados muy de cerca por Eva y Rocío, que se han desplazado hasta este bonito pueblo serrano para animarnos. Inmejorable ambiente, animado por el speaker Chito, otro máquina de la utsb.
Comenzamos el nuevo recorrido de ida hacia el Bosque por unas amplias pistas prácticamente en bajada continua y siempre a un buen trote hasta el p del primer avituallamiento. Sorpresa, allí están de nuevo Eva y Rocío animándonos, ole esas Correplayas buenas.
Comenzamos la subida asfaltada hacia el cementerio del Bosque, que después nos enlazará con la conocida subida del corta fuegos, subida que ya nos está advirtiendo de lo que nos espera hasta Villaluenga. A los pocos metros, nuestro compañero Javi Iglesias, comienza a resentirse de una antigua lesión que le hizo retirarse de la ultra Sierra Norte de Sevilla y que en esta ocasión, tampoco lo perdonó.
Llegamos el resto del TEAM (Javi Rivera y el que escribe) al paso que nos marca la impresionante caravana de corredores hasta los Llanos del Campo, donde se encuentra el siguiente avituallamiento, nos hidratamos, algo de naranja, reponemos liquido en los botes y vamos para el puerto del Boyar.
Comienza una niebla importante que aumenta a medida que vamos tomando altura hasta llegar a ser exageradamente espesa, descenso importante de la temperatura y ya en el Boyar un viento importante que hace que la sensación térmica de muchísimo frío. Decir que en la subida, Javi R. se resiente de una lesión en uno de los dedos del pie que nos hace bajar un poco el ritmo de subida.
Después de comer algo, estirar un poco y abrigarnos bastante, comenzamos la que es para mí la zona más dura, técnica y sufrida de toda la prueba, Puerto del Boyar al Puerto de las Presillas, bajada al valle del Endrinal, subida y bajada del Simancon y camino de Villaluenga con su vertiginosa y dura bajada.
Comenzamos la subida a las Presillas con mucho frío pero a pesar de todo, liviana. Bajamos hasta el valle del Endrinal y comenzamos una de las subidas más temidas por mí. Somos cabeza de un nutrido grupo de corredores que siguen nuestra estela, más algunos otros que vamos alcanzando en la subida. Muchísima niebla, viento y frío, durante el tramo de cresteo apenas vemos más de tres metros por delante, visibilidad que no mejora un poco hasta la bajada ya dirección a Villaluenga.
Comenzamos a llanear por un terreno muy pedregoso y enfangado donde observo que mi compañero se va retrasando, le pregunto y me comenta que ha sufrido una torcedura en el pie que le está molestando. Bajamos un poco el ritmo y damos paso a los que nos siguen, su tobillo va empeorando, al igual que el clima. Aumenta el viento y horror, comienza una fría e inesperada lluvia. Nos apresuramos a ponernos los cortavientos con la esperanza de que sea algo leve y pasajero, ya que según las previsiones, sólo se esperaba algo de agua a partir del sábado, por lo que la ropa de agua la dejamos en Ronda. La cosa no mejora, la lesión de Javi R. empeora muchísimo, la lluvia aprieta al igual que el viento, estamos inmersos en un lodazal y comenzamos con algunos síntomas de hipotermia.
Por fin llegamos a la temida bajada a Villaluenga, mi compañero va realmente mal y la bajada está muy muy peligrosa, muy mojada y embarrada, y para rematar la faena, los dos tenemos claros síntomas de hipotermia. No paro de vigilar la bajada de Javi, que por varias ocasiones está a punto de caerse y tras un calvario y algún resbalón, por fin llegamos. Al entrar al avituallamiento de Villaluenga, varios miembros de la organización me ayudan con mi compi que ya apenas puede apoyar el pie. De inmediato es atendido por los servicios médicos de la organización y donde el médico da por retirado de la prueba a Javi y yo con él, ya que “un Albondiguilla no abandona a un compañero caído”.
Y aquí termina lo que comenzara allá por septiembre de 2015 cuando decidimos afrontar este importante reto en equipo, asumiendo todo el amplio significado de la palabra EQUIPO y prevaleciendo por encima de todo la solidaridad, compañerismo y la amistad.
Me gustaría finalizar reiterándome en lo dicho al inicio de esta crónica, muchísimas felicidades al Club Tritón, organizador de esta gran prueba, a todos los voluntarios y todas aquellas personas que contra viento, agua, frío, sueño … siempre nos han atendido con una sonrisa, poniéndolo todo a nuestra disposición.
UTSB 2017, vamos a por ti.
“CON NOSOTROS QUIÉN QUIERA, CONTRA NOSOTROS QUIÉN PUEDA”

ESTE AÑO NO PUDO SER (JAVI RIVERA)

Se terminó antes de tiempo para mí la Ultra Trail Sierras del Bandolero antes de tiempo por culpa de un esguince de tobillo. Ya después de unos días de tranquilidad lo tengo asumido y con miras en próximos retos, pero tenía que agradecer de alguna forma a mi compañero de fatiga en la aventura y gran amigo José María quien ha redactado el anterior post, ya que estuvo ahí durante esas horas tan largas y difíciles hasta llegar a Villaluenga.
Tampoco me podía olvidar de nuestro tercer acompañante y amigo que cayó antes de tiempo Javi I. y de los demás compañeros del club que por diversas circunstancias no pudieron llegar a meta son también campeones, pero sobre todo dar mi enhorabuena a Cristóbal y Antonio que consiguieron coronarse Bandoleros en esta edición 2016, y como no palabras de agradecimiento a la magnífica organización de la prueba.
Solo queda esperar la próxima edición con las mismas ganas que está en la cual volveré a asaltar el reto de esta magnífica prueba.
Y como dice José María en el post:
“CON NOSOTROS QUIÉN QUIERA, CONTRA NOSOTROS QUIÉN PUEDA”.

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